sábado, 17 de enero de 2009

Comparto

Así nomás, quise compartir con ustedes un pedacito de mi actual lectura de buró: La genealogía de la moral de Friedrich  Nietzche, autor a quien, por cierto, se debe el título de este blog. He estado reservendo esta entrada para cuando tenga un poco más de tiempo para escribir. Por lo pronto, sólo comparto esta cita. Que la disfruten:



Consideremos la maneratan regular, tan universal, con que en casi todas las épocas hace su aparición el sacerdote ascético; no pertenece a ninguna raza determinada; florece en todas partes; brota de todos los estamentos. No es que acaso haya cultivado y propagado por herencia su manera de valorar: ocurre lo contrario, -un instinto profundo de veta, antes bien, hablando en general, el propagarse por generación. Tiene que ser una necesidad de primer rango la que una y otra vez hace crecer y prosperar esta especie hostil a la vida, -tiene que ser, sin duda, un interés de la vida mismael que tal tipo de autocontradicción no se extinga. Pues una vida ascética es una autocontradiccón: en ella domina un resentimiento sin igual, el resentimiento de un insaciado instinto y voluntad de poder que quisiera enseñorarse, no de algo existente en la vida, sino de la vida misma, de sus más hondas, fuertes, radicales condiciones; en ella se hace un intento de emplear la fuerza para cegar las fuentes de la fuerza; en ella lamirada se vuelve, rencorosa y pérfida,  contra el mismo florecimiento fisiológico, y en especial,contra la expresión de este, contra la belleza, la alegría; en cambio, se buscaun bienestar en el fracaso, la atrofia, el dolor, la desventura, lo feo, en la mengua arbitraria, en la negación de sí, en la autoflagelación, en el autosacrificio. Todo eso es paradógico en grado sumo: aquí nos encontramos ante una escisión que se quiere escindida, que segoza a sí misma en ese sufrimiento y que se vuelve incluso siempre más segura de sí y más triunfante a medida que disminuye su propio presupuesto, lavitalidad fisiológica. [...] bajo este signo [...] ha luchado desde siempreel ideal ascético; en este enigma de seducción, en esta imagen de éxtasis y de tormento ha reconocido la luz más clara, su salvación, su victoria definitiva. [...]*


No puedo evitar pensar en un adicto al trabajo. 


*Friedrich Nietzche, La genealogía de la moral, introducción, traducción y notas por Andrés Sánchez Pascual.Madrid, Alianza Editorial, El libro de bolsillo, 2006, pp. 201-202.

4 comentarios:

  1. Estimada señorita:
    Deseo invitarle a la lectura de mi trabajo sobre el papel que jugó la industria de guerra soviética durante la Gran Guerra Patria (1.941-1.945). Articularé el texto en varias entradas o trozos para flexibilizar y cadenciar su lectura. A los forofos de la historia militar (y la historia en general) no se les pasa por alto que la economía se halla en la actualidad intensamente imbricada con el fenómeno bélico. Espero que los datos que voy a ir mostrando en el blog le sirva para comprender mejor una parte importante de ese conflicto tan brutal que fue la imperfectamente denominada guerra germano-soviética.
    Un fuerte abrazo desde tierras canarias.

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  3. Hola Ale,te acuerdas de mi? nos conocimos en el Hi, me econtré tu blog y me parece muy interesante lo que escribes, yo tambien tengo el mío, cuando puedas te das una vuelta por mis delirios.Cuidate
    Saludos!
    Gaby
    http://serenymoon.blogspot.com/

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  4. Excelente tu blog, eres admirable, tienes MSN para intercambiar material más directo.

    Jorge
    jorgeperezfuentes@gmail.

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